Dos agentes de la policía local han sorprendido a un individuo que vendía fresones de manera clandestina en una zona próxima al mercadillo de los viernes de Almendralejo. La operación tuvo lugar en el cruce entre la calle El Salvador con Navalmoral de la Mata cuando un coche camuflado sin distintivos, con agentes de la policía en su interior, vieron cómo se vendía la fruta que estaba en una furgoneta Peugeot 306. Había 132 kilos repartidos en 66 cajas.

La venta se hacía de manera clandestina e ilegal, levantándose acta por parte de dos inspectores veterinarios de la Junta de Extremadura que se personaron en el lugar de los hechos. La mercancía fue requisada al carecer la persona que tenía los fresones de factura que acreditara la procedencia y trazabilidad del producto, por no tener la etiqueta de envase de la empresa y por no tener el preceptivo registro sanitario. Los 132 kilos de fresones, conforme a la normativa vigente, fueron destruidos en las dependencias de la empresa Ferroser, ya que no eran aptos para su consumo.

El portador de la mercancía que ha sido denunciado es un hombre de 43 años, vecino de Badajoz y nacionalidad española, que, al parecer, se dedica a la venta fraudulenta de este tipo de frutas.