Desde la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Extremadura han considerado que en esta campaña no es necesario la creación de un campamento de acogida como el que se montó el pasado año en el parque de San Francisco.

Cruz Roja instaló unas ochenta tiendas de campaña para cuatro personas, una caseta del ayuntamiento y dos carpas junto a otras auxiliares en las que se prestaba atención a los menores. El pasado año se repartieron 20.000 kilos de alimentos.