La fórmula del concierto social por cuatro años es la que ofrece la Junta de Extremadura a la Orden de San Juan de Dios para que siga prestando sus servicios en Almendralejo, después de que el pasado verano esta diera a conocer a la opinión pública su decisión de marcharse a finales de este año por falta de viabilidad. Así lo comunicó este martes José María Vergeles, consejero de Sanidad de la Junta, durante su visita a Almendralejo para hablar de la crisis del covid-19.

También explicó que esta fórmula ya se propuso hace unos meses y es la misma que puede ofrecerle ahora el Ejecutivo regional después de que San Juan de Dios haya remitido una carta a la consejería pidiéndole que les haga saber qué se puede hacer para dar continuidad y viabilidad a su actividad sociosanitaria.

El consejero señaló que dicha fórmula «permite una planificación plurianual de la Orden» y no estaría basada solo en subvenciones. Asimismo, Vergeles también confirmó que les han ofrecido la posibilidad de incrementar su cartera de servicios, ya sea para clientes o residentes.

Además, aclaró que la citada solicitud de San Juan de Dios la ha recibido hace tan solo unos días y que, en dicha carta, la Orden no ha comunicado que se marcha. «Esto viene a desmontar una historia que se había creado en torno a este tema y que responde a otros intereses», puntualizó Vergeles.

La Junta trabaja, además, en un ‘plan B’ en caso de que, finalmente, San Juan de Dios decidiera marcharse. En este sentido, Vergeles confirmó que hay operadores interesados en asumir estos servicios, «pero hasta ahí puede leer», señaló. También transmitió un mensaje de tranquilidad a las familias de los residentes o usuarios de los servicios que presta la fundación (hospital de paliativos, residencia de ancianos y el economato social) , ya que, aseguró, estarán garantizados.

Fue en el pasado mes de julio cuando San Juan de Dios anunció su intención de marcharse por falta de financiación y la incertidumbre sobre la posibilidad de desarrollar futuros proyectos.

Actualmente, hay cerca de un centenar de trabajadores que desarrollan su labor para la Fundación en Almendralejo. Unos 70 están dedicados a los servicios de cuidados paliativos en el antiguo hospital Nuestra Señora del Pilar, la atención en residencia y el economato social. Además, hay una treintena de trabajadores que prestan ayuda a domicilio dentro del convenio que la fundación mantiene con el Ayuntamiento.