Tristes navidades las que van a pasar muchas familias en nuestro país, y nadie, salvo los afectados, sabe mejor que Cáritas en que medida esto es real. Muchas ONGs se han creado en los últimos años, todas con fines muy plausibles, pero no se puede negar que esa organización de inspiración cristiana es la que está más enraizada en las mismas comunidades en las que lleva a cabo su acción solidaria, sirviendo de puente dentro de ellas entre los que tienen necesidades vitales y los que pueden y quieren hacer algo por remediarlas. Es una ayuda directa, sin publicidad ni alarde de humanitarismo autocomplaciente; soportada, sí, por el entorno social más o menos próximo, pero sólo posible porque hay personas anónimas entregadas en cuerpo y alma (nunca mejor dicho) a esa noble tarea de enlace solidario; personas sensibles y sensibilizadas por el drama familiar que están viviendo muchos que consideran sus semejantes; personas abnegadas que entregan, sin contrapartidas, varias horas diarias a la tarea de recoger con una mano lo que entregan con la otra, no permitiendo que ambas se conozcan.

Por todo ello, creemos muy acertada la decisión tomada recientemente por la Congregación local de "Los Luises" de otorgar el título de "Buena Persona" a una de las que integran esa organización humanitaria. Porque ese reconocimiento público ha servido para que en la persona de don Adolfo Nieto, totalmente acreedora al título, se reconozca también -como él humildemente ha querido recalcar- a todos los que hacen realidad en nuestra ciudad los fines de Cáritas: ayudar por caridad cristiana a los que carecen de lo más básico.