TVtiviendo yo en Portugal por los años 60, corrió como la pólvora un chiste que hizo época: Un hombre, aquejado de gases intestinales, viajaba en un tranvía lisboeta. A su pesar, se le escapó una ventosidad maloliente y su compañera de asiento, furiosa, obligó al revisor a que lo mandara apearse inmediatamente, aduciendo que era hermana del dictador Oliveira Salazar. El pobre hombre le dijo: "Señora, qué curioso: su hermano me tapa la boca y Ud. intenta taparme el c..." He recordado la anécdota al oír, ver y leer en los medios toda suerte de sinrazones ofensivas contra el Clero porque expresamos nuestra opinión -no novedosa, pues tiene ya 20 siglos- sobre el aborto. Que si "las sotanas" animan a ir a la manifestación de Madrid; que si quiénes son los curas para meterse en este asunto; que si los Obispos quieren imponer su moral a todos los españoles aunque no sean católicos; que si...Especialmente desafortunada e hiriente fue la frase que oí a un tertuliano en la TV local: "Las sotanas quieren que nazcan los niños para poder después abusar de ellos" . ¡Qué barbaridad! Quiero creer que no fue su intención denigrar a la inmensa mayoría de los curas que, defendiendo el derecho a la vida del no nacido, nos esforzamos por servir, respetando su dignidad, a todos los ya nacidos, sean de la edad que sean. Los curas somos ciudadanos con derecho a votar y a exigir a nuestros gobernantes leyes justas, como cualquier otro ciudadano. En España no hay ciudadanos de 2 a los que se les pueda privar del derecho de libertad de expresión. Que nadie se arrogue el derecho de tapar la boca a nadie en este país llamado España.