TDta igual, ya, poco importa, si volvieron las oscuras golondrinas de Bécquer . Lo cierto es que has decidido dar el último garbeo de tu vida, justo 60 años después que nuestro Rey , siendo niño, pisara por primera vez tierra española. Tú, risueña, con esa mole de vaporosa humanidad conmovías más que los Cien Mil Hijos de San Luís de la Santa Alianza guiados por el Duque de Angulema . Tú, que conjuntando colores te convertiste en la alumna aventajada de Miró . Tú, que lucías sobre tu cabeza flores de Cayambe y aderezos como plumas de un faisán en celo. Tú, que te entregaste como nadie y jamás engañaste, haciendo de la amistad un icono universal. Tú, y solo tú, uno a uno, habrías de dar esa lección magistral a quienes más amabas antes de subir al tren de tu último viaje. Tú que manejabas la palabra como el alfarero entinta la teja sarracena. Que en prosa o en verso nunca heriste: sanaste. Tú, y tu Ventana por la que se acaban de esfumar baldíamente tanto sacrificio de quienes más que quererte, te adoraban. Cuando llegues al páramo y te apees en el andén de esa estación a la que todos habremos de llegar algún día, busca a tu inseparable Tego , y haciendo de faraute de lo bello, como te gustaba, dile que ya tiene calle en su pueblo y que pronto la harán abuela. A ti, Mari Toni , cristiana a destajo, amiga del alma, ahora que te toca disfrutar de El, asciende tranquila, que tus hermanas de Santa Clara hicieron por ti, de escribanas de tu deseo:"Gracias Señor porque me creaste. Suspiro por verte" . Mari Toni , honraste a los tuyos, y a quienes, por siempre, te hicimos nuestra.