Julio es, por antonomasia, el mes de las bodas en Almendralejo. Las costumbres han cambiado mucho a la hora de celebrarlas y, en los últimos años, emerge con fuerza la figura de wedding planner , esa persona dedicada al asesoramiento, planificación y, en general, organización de una boda respetando el estilo de la pareja. Durante las semanas previas, casi un hada madrina de los novios. Maricruz Félix, que es además una de las responsables de La Masía de la Silera en Almendralejo, lleva casi una década especializada en esta materia. Y tiene claro un concepto: vale más la imaginación que el dinero.

--Usted ha cambiado el concepto de boda tradicional y podemos decir que la está americanizando. ¿Estaría bien dicho?

--Sí, algo así. Le estamos dando un toque más vintage porque es lo que se lleva. Hay que modernizarse con los tiempos.

--¿Qué es para usted un wedding planner?

--Es la persona que se ocupa de todo aquello que rodea a la pareja en el día más importante de sus vidas. Y cuando decimos todo, es todo. Los novios sólo deben pensar en disfrutar ese día. Nada más.

--Pero usted no sólo planifica la boda, también la ceremonia y el servicio de restauración.

--Sale por el personal con el que te rodeas. En una boda hay que definir bien las pautas y confiar ciegamente en tus trabajadores. Son mis pies y mis manos ese día. En la actualidad es casi más importante el servicio que la comida.

--Hay quien estudia para ser wedding planner, aunque usted prefirió ser autodidacta.

--Empecé hace diez años porque me encanta este trabajo. Ahora también hago cursos de formación. En esta profesión hay una labor importante de investigación y de ver qué hacen los demás. Ya nada sorprende y queremos hacer una boda con un sello propio. Y ahí está el trabajo.

--¿Qué buscan los novios en el día más importante de sus vidas?

--Ahora, los detalles. Es lo que marca la diferencia actualmente en las bodas.

--¿Existen tendencias de boda?

--Claro que las hay. Antes, por ejemplo, no se miraba tanto la decoración en mantelería, cubertería o centros. La gente prefería ver platos y platos de jamón. Ahora, para que una boda sea especial y diferente, hay muchos pequeños detalles que conservar.

--¿Y qué está de moda este año?

--Pues por ejemplo los quioscos de cócteles de recepción, ya sean de quesos, vinos, maricos o cervezas. Los hay de muchos tipos.

--¿Qué es más importante: recursos económicos o una currada imaginación?

--(risas)... Yo tiro más por lo segundo porque lo primero no lo manejo. Hoy en día está más de moda ser original.

--¿Le ha dicho 'no' alguna vez a una novia?

--Le he dicho 'no' muchas veces a muchas novias. En ocasiones se modela una boda en la cabeza que no se ajusta a las posibilidades de la realidad. Lo que hacemos es transformarlo todo para que luego se ajuste.

--¿Y cómo va eso de ser hada madrina cada semana?

--Es fundamental la comunicación directa en las semanas previas para resolver las dudas. Ayuda a mantener la tranquilidad, sobre todo a las novias.

--Si tuviera que preparar su boda, ¿qué no faltaría?

--Una buena gimntonería , bien adornada con quiosco y un buen servicio. Está de moda y es todo un éxito.