El pasado viernes por la noche y una semana después de que se hiciese pública la retirada de dos crucifijos de las aulas y zonas comunes del colegio público Ortega y Gasset, más de 1.500 personas, según la policía local, se concentraron en la plaza de España, para reivindicar que los cuelguen otra vez.

Fue la Delegación Provincial de Educación en Badajoz la que instó al centro a retirar estos símbolos religiosos tras las peticiones y recursos judiciales presentados por los padres de dos alumnos del colegio, y les garantizó que a principio de curso ya no estarían. Esta retirada provocó que algunos padres, cuando se enteraron de este hecho (a raíz de la publicación de la difusión de un auto emitido por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura), expresasen su malestar a la Asociación de Madres y Padres (Ampa), y convocasen esta acción de protesta para reclamar, animados en parte por la gran repercusión mediática y social que ha tenido la noticia, que estos símbolos del cristianismo vuelvan a las aulas, "de forma unánime", según se acordó en una asamblea celebrada el día 10 de noviembre.

PRIMERA ACCION La concentración se produjo de forma pacífica en una abarrotada plaza de España, junto al crucifijo de Juan de Avalos, en el exterior de la parroquia de la Purificación. Minutos antes de las ocho de la tarde padres de alumnos y niños repartían entre los congregados que iban llegando cruces de papel para colocarlas en las solapas y camisetas con una cruz dibujada y la frase "Mi libertad, mi tradición, mi opinión, mi familia, siempre con nosotros". También los hubo que prefirieron llevarse sus crucifijos o rosarios, además de pancartas con frases de apoyo a estos símbolos, como Viva Cristo Rey .

Entre los manifestantes se encontraban padres del Ortega y Gasset, la Ampa del colegio concertado Santo Angel, miembros del PP, representes de hermandades locales, grupos de jóvenes catequistas, sacerdotes y cientos de ciudadanos que quisieron apoyar a los padres procrucifijos. El acto lo empezó la presidenta de la Ampa, Lola Galán, dando gracias por "el enorme apoyo" que habían recibido. Seguidamente varios niños soltaron palomas "como símbolo de la paz y la libertad" y el portavoz de la asociación, Paco Lamoneda, leyó el manifiesto en el que se reivindica la colocación de los crucifijos y se defienden los símbolos cristianos. Según enfatizó, la retirada "atenta a nuestro derecho, recogido en el artículo 16 de la Constitución en el que se establece que los poderes públicos tendrán en consideración las creencias religiosas de la mayoría de los españoles". No obstante, aclaró que esta concentración "no va en contra de nadie", sino a favor de la "libertad y el respeto de la gran mayoría".

La Ampa está dispuesta a recurrir a la vía judicial para que los crucifijos y demás símbolos vuelvan al centro donde han escolarizado y estudian sus hijos.