Cientos de padres residentes en Almendralejo han recurrido a las escuelas de verano este año para conciliar la vida familiar y laboral durante el periodo estival. En los campamentos ofertados por el ayuntamiento, a través de la universidad popular y la concejalía de Deportes, hay 1.103 niños inscritos, y a los organizados por otras instituciones privadas acuden también centenares de niños.

Ya llevan años ofertando una programación para entretener a los menores durante los meses de verano, y debido al éxito este año la Universidad Popular de Almendralejo (Upal) aumentó en 200 las plazas ofertadas para los más pequeños. De esta forma, a los campamentos y diversos talleres acuden 320 niños de entre 6 y 12 años y a los de preescolar 170 menores de 6 años.

Este año el interés de los padres ha sido mayor, ya que hay una lista de espera de 50 niños para el programa de actividades en la categoría de infantil y 25 para preescolar. Esta programación tiene como novedad las aulas madrugadoras, que permiten que el niño esté en el centro cultural San Antonio desde las ocho de la mañana hasta las 14.30 horas.

Debido a la demanda con respecto a otros años, la concejalía de Deportes también ha aumentado las plazas de sus conocidas como actividades multideportivas. En los dos primeros años se apuntaron 150 niños y este en la primera quincena de julio participan 203 y en la segunda irán otros 200. Para agosto, el número de asistentes disminuye, aunque la cifra en la primera quincena supera los 150 y en la segunda los 60.

A estos dos campamentos hay que añadirles otros que desarrollan otras instituciones. Es el caso de las asociaciones de padres y madres de varios colegios que han recurrido a Emilio Vivas para organizarles las actividades, las cuales se desarrollan en el colegio José de Espronceda y acuden unos 150 niños. También, el colegio Ruta de la Plata tiene su propia escuela de verano y otros particulares como guarderías o el gimnasio Athos.

VIDA FAMILIAR Y LABORAL Todos los organizadores coinciden en que estas escuelas de verano son la mejor solución para que los padres dejen a sus hijos mientras trabajan en los meses de vacaciones. Según la coordinadora de Deportes del ayuntamiento, Esther Pizarro, muchos niños coinciden de un año para otro y algunos incluso pasan todo el verano en estas escuelas porque los padres no tiene vacaciones y no tienen dónde dejarlos. También destaca la satisfacción de los progenitores cuando van a recogerlos "porque al niño le gusta y se lo pasa bien" y porque, aseguran, que "llegan cansados, comen mejor que nunca y duermen bien la siesta". Durante la mañana hacen diversas actividades. En el caso del polideportivo, la mayoría giran en torno a la piscina. Pero todas las escuelas de verano tienen actividades deportivas, de psicomotricidad, expresión corporal, juegos, manualidades o refuerzo escolar.