Las personas mayores que viven en la ciudad comprobaron ayer que persisten las barreras arquitectónicas en las calles. A esta conclusión llegaron después de recorrer diferentes vías y acceder a edificios públicos.

Esta actividad formaba parte de las jornadas El nuevo Almendralejo, rompiendo barreras que, organizadas por las concejalías del Mayor y Urbanismo, tienen como finalidad que este colectivo aporte ideas y propuestas al nuevo plan general municipal.

Entre las barreras que se encontraron están el acceso a la parte superior del ayuntamiento; la falta de un ascensor en el conventual para ir al salón de actos; baches en calles y acerados; las pendientes en las aceras de las cocheras y la estrechez de algunas calles que dificultan el paso de los peatones y los coches.

Después del recorrido, los mayores realizaron un informe con las barreras y se lo entregaron al consistorio para que lo tenga en cuenta. Para hoy hay programado una charla sobre el plan general, a las diez de la mañana, en el Hogar de Mayores.