El próximo 6 de agosto habrá que pegarse al televisor y no perder de vista la piscina olímpica de Río 2016. Será un momento histórico para el deporte almendralejense, que verá cumplido el sueño de tener un representante en unos Juegos. Miguel Durán Navia parte hoy hacia Brasil con la primera expedición de la Selección Española. El viaje de su vida, no cabe duda. A miles de kilómetros va a cumplir el sueño de todo deportista. El nadador debutará el sábado 6 en la prueba de los 400 libres, y el martes 9 en el relevo del 4x200 con España. En la piscina podría coincidir con Michael Phelps, su ídolo. Hace ocho años, el tiburón norteamericano alimentó la llama olímpica del extremeño. Ese día nació el tiburón de Almendralejo, dispuesto a devorar sus marcas.

--¿Nervioso?

--Para nada, estoy confiado. Tengo el trabajo y los deberes hechos. No me he quedado nada para atrás y no voy a escatimar en esfuerzos para hacerlo lo mejor posible.

--¿Es consciente de que está cumpliendo su sueño y convirtiendo a su ciudad en olímpica para siempre?

--Sí. Estoy muy feliz por cumplir el sueño de todo niño y, por supuesto, de ser el primer deportista absoluto de Almendralejo que alcanza unas Olimpiadas. Eso me llena de ilusión. Ahora intentaré que todos mis paisanos se sientan orgullosos.

--11 deportistas extremeños en Brasil. ¿Por qué ha crecido tanto nuestro deporte?

--Creo que estamos trabajando muy bien desde la base, aunque queda mucho todavía por hacer, especialmente en materia de instalaciones e infraestructuras como piscinas climatizadas de 50 metros, que por ejemplo no tiene aún Extremadura.

--Los deportistas, por naturaleza, siempre son competitivos pero, ¿son unos JJOO una cita más para disfrutar?

--Claro que hay que disfrutar, ya que nunca se sabe si habrá otros juegos olímpicos en el futuro, pero un deportista siempre intenta superarse y rebajar sus marcas. Y a eso también voy.

--Háblenos de las pruebas. ¿En cuál de ellas tiene expectativas más altas?

--En el 400 libres creo que puedo hacer un gran papel. El relevo es muy competitivo, pero creo que también daremos que hablar.

--Complete la frase. Para Miguel Durán una buena actuación en Brasil sería...

--Hacer una semifinal, o final claro, y bajar mis marcas.

--Si por casualidad salta a preliminares del 400 libres y en la calle de al lado está Michael Phelps, su ídolo, ¿qué se le puede pasar por la cabeza?

--Solo voy a pensar en mi carrera y en cómo la voy a ejecutar. Controlaré aquello que esté de mi mano. Intento no pensar en los demás y centrarme en lo que tengo que hacer.

--Una vez contó que fue gracias a Phels, en unos Juegos Olímpicos, lo que le abrió el verdadero sueño de ser olímpico. ¿Lo recuerda?

--Claro. Estaba de vacaciones, viendo los juegos de Beijing 2008. Veía nadar a Phelps, cada día, siempre ganando. Ganaba y ganaba. Recuerdo que le dije a mi madre que quería ir a unos JJOO. Y allí empezó todo.

--En este último mes, ¿cuántas horas de entrenamiento diario le ha dedicado?

--Entre cinco y seis horas.

--¿Y compensa tanto sacrificio?

--Por supuesto. En el campeonato de España ya hicimos un gran papel. Estoy contento de mis marcas, pero lo que viene ahora es recoger el fruto de cuatro años de trabajo. Y compensa.

--Por cierto, conoce la situación de Río de Janeiro y los problemas que hay en la Villa Olímpica. ¿Qué le cuentan?

--Pues lo que sabe ya la gente, que la villa está inhabitable, con charcos y con cables. Espero que se arregle todo bien para cuando nosotros lleguemos.

--¿Le preocupa la seguridad o la organización?

--No, en absoluto. Creo que dentro de la villa olímpica no habrá ningún problema.

Díganos tres fotos que desea sacarse con deportistas allí.

--Con Michael Phelps, Rafa Nadal y Pau Gasol.

--Por motivos de logística y desplazamientos, esta vez sus padres no podrán acompañarle y se quedarán en la otra punta del Atlántico. Conociéndoles, van a sufrir mucho.

--Me han acompañado siempre que han podido y este viaje es muy complicado. Debes estar en una zona segura y además es caro, se sale del presupuesto normal. Llevan varios años sacrificando sus ahorros para animarme por todo el mundo, pero Brasil es complejo. Estuvieron en Polonia, Berlín o en el Mundial de Rusia. Aunque no estarán conmigo en Río, sentiré su espíritu, fuerza y energía desde allí. Estoy orgulloso de ser un Durán Navia y haré por que ellos lo estén también. Mis padres son la base de que yo esté aquí hoy.

--¿Tiene alguna superstición antes de lanzarse al agua?

--Apretarme mucho las gafas y el bañador de competición.

--¿Y se lleva algún amuleto?

--No, no. De eso nada.

--Por último, terminemos con alguna barbaridad. Díganos lo primero que le salga. Si gana una medalla olímpica sería...

--Lo mejor de mi vida.