Con los chubascos siempre amenazando, los almendralejenses salieron ayer a la calle para disfrutar y celebrar durante todo el día Las Candelas, su fiesta de interés turístico regional.

Desde primera hora de la mañana, sobre las diez, el ayuntamiento ofreció gratuitamente un desayuno de chocolate con churros en el Palacio del Vino y la Aceituna.

Para refugiarse del agua se decidió servirlo en uno de los pabellones de las instalaciones, ya que la lluvia no cesó hasta las doce de la mañana. Así, se sirvieron 4.500 churros y 350 litros de chocolate para 1.500 personas, que fueron llegando al palacio poco a poco sin originar grandes colas.

Después, diferentes grupos folclóricos de la Asociación Tierra de Barros subieron al escenario para poner en escena algunos bailes. Dicho colectivo, que gestionaba la candela oficial, tuvo que instalar el escenario y su tómbola dentro del pabellón a causa de la lluvia.

De la misma forma, muchos colectivos, sobre todo los que participaron en la primera ruta de la tapa al mediodía, optaron por prevenirse de la lluvia e instalar carpas en sus colegios, sedes o centros sociales para que los almendralejenses tuvieran donde refugiarse en caso de la lluvia y del viento. Así, a pesar de haber estado el día nublado, los almendralejenses respondieron a la demanda de estos colectivos y se acercaron hasta sus centros para participar en la ruta de la tapa y comenzar desde bien temprano a celebrar Las Candelas.

Los nueve colegios, dos institutos y cuatro asociaciones sirvieron cada uno un plato diferente típico de la tierra. Desde las típica prueba de chorizo, pasando por las costillas, garbanzos hasta el cojondongo. Además, no faltaron los productos que se suele degustar en Las Candelas, los pinchitos, las empanadas, los montados y la tortilla de patatas. Incluso algunos centros, a media tarde, sirvieron café entre los almendralejenses que permanecían aún allí.

VISTAS A LAS CANDELAS Numerosos ciudadanos dedicaron la tarde a ir de una hoguera a otra para ver las pantarujas que había en ella. Este año, el tema estrella ha sido la crisis, pero también había brujas, representaciones de enfermedades, fantasmas, demonios y del tabaco. La lluvia caída durante la noche anterior y parte de la mañana hizo que los responsables de las sesenta hogueras que ardieron ayer en Almendralejo no las colocaran hasta el mediodía para que no se mojaran. A las ocho de la tarde el repique de campanas de la parroquia indicó el momento de encenderlas y quemar las pantarujas en las maderas mojadas. Después, los almendralejenses siguieron disfrutando de los productos de la tierra, ya al lado de las hogueras.

Hoy continúan los actos del programa de esta fiesta. A las diez de la mañana se servirá la tradicional tarta en la calle Real; a las doce será la bendición de los niños nacidos en el último año en la parroquia de la Purificación y a las siete de la tarde la procesión que saldrá de dicha parroquia.