Más de cinco mil personas acompañaron ayer a la patrona de Almendralejo, la Virgen de la Piedad, en el acto de su coronación canónica.

La ceremonia se celebró en el atrio del santuario de la Piedad con la presencia de seis obispos y unos sesenta sacerdotes. El arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, fue el encargado de oficiarla acompañado por su antecesor, Antonio Montero, por el arzobispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez, por el de Evora, Cáceres, por el provincial claretiano, Juan José García, y por el rector del santuario, Tobías Medína.

El acto comenzó con una pequeña procesión de todos los sacerdotes y los padrinos (el alcalde, José María Ramírez, y la Abadesa de las Hermanas Clarisas) portando las nuevas coronas de la patrona y del niño desde el Museo Devocional hasta el atrio, acompañados por la banda municipal de música. Después de la aparición de la Virgen de la Piedad en el escenario, la Coral de Almendralejo, el coro del conservatorio y Joaquín Fernández al órgano interpretaron el himno oficial de la coronación, el cual se pudo escuchar en varias ocasiones a lo largo del acto.

A continuación, García Aracil ofició la misa y se procedió a la colocación de la nueva corona a la Virgen. El acto finalizó con unas palabras de Medina en las que agradeció todo el trabajo realizado durante este tiempo. Además, recalcó que la Virgen de la Piedad es y seguirá siendo "un referente de identidad para Almendralejo".

La organización instaló unas cinco mil sillas por los diferentes paseos del parque de la Piedad y varias pantallas gigantes para los devotos que no podían ver bien el atrio. El acto comenzó a las nueve de la noche, pero muchos almendralejenses guardaban sitio en el parque desde las seis de la tarde.