Posiblemente apenas haya costado diez minutos revolver en el armario para encontrar aquel teléfono al que todos llamábamos cariñosamente como ladrillo y que, para muchos, fue el primer móvil. Recuperarlo para depositarlo en un contenedor especial que, casi sin saberlo, puede haber dado la vida a cientos de personas en Etiopía y haber salvado la vida de otras cientos de personas en el Congo. Y todo desde Almendralejo. Resulta raro, pero tiene su explicación.

A finales del 2013, la Fundación Allegro, una oenegé gestionada en Almendralejo por Felipe Aixalá, puso en marcha una campaña de recogida de móviles antiguos. La misión tenía un doble objetivo. Por un lado, concienciar a los ciudadanos de la necesidad de reciclar este tipo de materiales que pueden ser mortales en el corazón de África. ¿Por qué? Estos teléfonos albergan en su interior materiales muy pesados como el coltán, el níquel o el cadmio. El 81% de estas sustancias sólo puede extraerse en minas del Congo donde mantienen esclavizados a niños para esta tarea. Allí, habitualmente, suelen producirse conflictos armados entre mafias para obtener el control de las minas. Hay miles de muertes por este motivo, pero afortunadamente, el reciclaje, está disminuyendo notablemente las cifras.

Al mismo tiempo, la campaña buscaba vender estos objetos para sufragar operaciones de cataratas a personas que viven en una región de Etiopía llamada Pawe-Benishangui, donde la medicina parece casi inaccesible. Felipe Aixalá desvela que gracias a esta campaña se han operado 1.160 pacientes en cuatro años. «Son misioneros los que captan a personas que pertenecen a tribus de la zona. Son personas que jamás podrían tener una oportunidad de recuperar la vista si no fuera por este proyecto». En España, una operación de cataratas puede llegar a los 1.000 euros. En Etiopía, a los 250 euros. Con este proyecto, apenas 60 euros.

El proyecto se inició en Salamanca, pero la insistencia de Felipe lo trajo hasta Almendralejo. El ayuntamiento ayudó con puntos de recogida y los vecinos, durante dos años, han estado depositando móviles antiguos en la biblioteca, el centro cívico, farmacias y otros centros educativos. Durante estos días, el centro cívico acoge una bonita exposición de fotografías de rostros de personas operadas de cataratas por este plan. Las imágenes son de Luis Cuadrado, el primer cirujano presente en Etiopía para estas operaciones y que falleció hace unos meses. La exposición, abierta hasta finales de mes, es otro homenaje a personas que han ido regalando vida con sus diferentes obras sociales.