Cientos de personas despidieron ayer el cadáver del niño de cuatro años de Solana de los Barros muerto el pasado lunes por la mañana tras ser atropellado por un camión de reparto de bombonas en una calle de dicha localidad.

Amigos y vecinos mostraron sus condolencias a la familia el martes en el tanatorio de Almendralejo y ayer quisieron acompañarla en el funeral celebrado en la parroquia de Nuestra Señora de la Magdalena.

Entre los asistentes al acto se encontraba la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, quien quiso mostrar su dolor a la familia. El suceso ha conmovido a toda la localidad pacense de Solana.