Multitudinario y emotivo fue el adiós que ayer el pueblo de Almendralejo tributó al párroco de San Roque y capellán del Extremadura, Jesús Núñez Mancera, fallecido el pasado lunes de madrugada a causa de un infarto al corazón.

Los actos fúnebres comenzaron a las 8.00 horas en la parroquia de San Roque, donde se instaló la capilla ardiente con los restos mortales del sacerdote. Cientos de personas pasaron por la iglesia para ver por última vez al cura Jesús. Tras el rezo de un rosario, comenzó la comitiva fúnebre hasta la Purificación.

Más de 400 personas acompañaron por las calles de Almendralejo el féretro, que llevaban los familiares y conocidos del sacerdote. La comitiva llegó, al cabo de 35 minutos, a la parroquia donde se ofició el funeral.

MAS DE 1.200 PERSONAS Ya en la Purificación, más de 1.200 personas llenaron el interior del templo para presenciar el entierro del párroco de San Roque y capellán del Extremadura. El arzobispo de la diócesis Mérida-Badajoz, Santiago García, presidió los oficios religiosos acompañado por su antecesor monseñor Antonio Montero y por unos cien sacerdotes compañeros de Jesús Núñez llegados de varios puntos de toda la región. En el rostro de todos los asistentes se adivinaba la tristeza por la pérdida del cura almendralejense.

La misa contó con los cantos de la Coral de Almendralejo y en ella, Antonio Montero destacó la grandeza personal y espiritual del párroco de San Roque y su labor hacia los más necesitados. Tras un funeral que duró más de una hora, los restos mortales del sacerdote fueron trasladados por los servicios funerarios al cementerio municipal de Almendralejo donde descansan desde ayer.