Cuatro alumnos de magisterio del centro universitario Santa Ana, bajo la supervisión de la doctora y profesora Carmen Vidal, han elaborado un estudio de investigación como trabajo de fin de grado que profundiza sobre cómo está la salud ocular de los escolares de la comarca de Tierra de Barros. Para ello han hecho 1.456 encuestas entre menores de entre 3 y 12 años de colegios de Almendralejo, Aceuchal y Villafranca de los Barros. Los resultados permiten reflexionar sobre los problemas de visión que surgen en edad temprana y plantea la necesidad de que los docentes conozcan cuáles son las anomalías más frecuentes en la etapa infantil para poder detectarlas a tiempo y ponerles remedio.

En líneas generales, el estudio alerta del riesgo del crecimiento de los casos de miopía entre los escolares de Tierra de Barros. El trabajo reflexiona sobre el aumento de este problema ocular en niños y adolescentes motivado por los cambios en los hábitos de vida y ocio. Carmen Vidal explica que cada vez hay menos contacto de estos niños con el exterior en su tiempo libre y esto provoca que estén menos expuestos a la luz solar (beneficiosa para la vista) y que se ensaye menos la visión lejana, aspecto que también reduce la probabilidad de padecer la anomalía de la miopía.

AUMENTA CON LA EDAD / El trabajo también revela que el 22,1% de los escolares de entre 3 y 12 años presentan alguna anomalía en la visión. De la muestra recogida han sido entrevistados 322 niños. La prevalencia de alteraciones visuales va incrementándose con la edad. Además, los problema de visión son más frecuentes en las niñas que en los varones. De entre esas alteraciones más usuales destaca el astigmatismo (11,2%) y la hipermetropía (10,9%) y la miopía solo afecta al 7,7% de los encuestados, pero la investigación deja constancia, sin embargo, de que será el defecto visual más común en el futuro.

Para llegar a estas conclusiones se han estudiado parámetros como la frecuencia en las alteraciones según el sexo, el tipo de alteración, la edad de detección, el cómo y dónde fue detectado el problema, la existencia de antecedentes familiares, los resultados académicos de los últimos dos años y la posible influencia del peso al nacer en la frecuencia de anomalías en la visión.

Otros datos/ Además, el 72,5% de los niños tienen detectadas y corregidas estas alteraciones visuales a los seis años, edad con la que comienzan el ciclo de Primaria. El estudio refleja que es entre los 4 y 6 años cuando más aparecen estas anomalías.

Por otra parte, el porcentaje detectado en el entorno escolar es del 23,3%, inferior a las deficiencias que se ven en las revisiones médicas (36,3) o en el entorno familiar (37,3), pero el dato es lo suficientemente alto «como para demostrar que el docente extremeño ha jugado un papel importante a la hora de velar por la salud visual en la población infantil de la comarca».

María Juliana García, Pilar Delgado, María del Carmen Pachón y Leticia Gómez son las cuatro alumnas que han hecho el trabajo, para el que han realizado las muestras en los colegios Santo Ángel, Antonio Machado y Ruta de la Plata (Almendralejo), San José y Nuestra Señora del Carmen (Villafranca de los Barros) y Nuestra Señora de la Soledad (Aceuchal).