Las negociaciones mantenidas por la Junta de Extremadura y el ayuntamiento para relevar los servicios que prestaba la Fundación San Juan de Dios en Almendralejo y a un mes de que se confirme la marcha de la Fundación de la ciudad, no hay una empresa que vaya a sustituir los servicios de hospital, residencia, ayuda a domicilio y gestión del Economato Social que venía prestando San Juan de Dios. Esto provoca, a día de hoy, que haya 91 puestos de trabajo que estén en riesgo, salvo que haya un operador que salve la situación a última hora.

El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, ha sido el encargado de anunciar esta mala noticia después de haberse reunido con los representantes de los trabajadores y la gerencia de la Fundación San Juan de Dios, que ya inició el pasado 11 de noviembre un expediente de despido colectivo que afecta a un total de 113 trabajadores. No obstante, de esos 113 empleados, 22 pertenecen al servicio de ayuda a domicilio, un servicio que Ramírez ha confirmado que va a continuar a partir del 1 de enero, ya sea a través del ayuntamiento, que subrogue a los empleados, o a través de una empresa que haga este servicio con estos trabajadores. Para el resto de empleados, los 91 restantes, de momento no hay una solución a sus contratos que terminan el 31 de diciembre con la Fundación San Juan de Dios.

Ramírez ha confirmado el desestimiento del operador que llevaba desde el pasado verano negociando su entrada en la sede de la antigua Casa Misericordia, donde San Juan de Dios ejerce los servicios de residencia, así como en el hospital Nuestra Señora de la Piedad, donde atiende a enfermos crónicos con cuidados paliativos. “Estaba todo cerca, pero las negociaciones se han roto”, sin querer entrar a valorar las causas.

Desde el ayuntamiento indican que hay interés en seguir con la gestión del Economato Social, llevada hasta ahora por voluntarios de la Fundación. Para ello dependerá de los voluntarios del ayuntamiento o de alguna oenegé más que quiera entrar.

Con respecto a los usuarios ingresados en el hospital Nuestra Señora del Pilar, si no hay un relevo en el operador, el Servicio Extremeño de Salud tendría que derivarlos a otros centros sanitarios u hospitalarios para seguir con la atención. Ahora mismo hay una docena de usuarios en un hospital con capacidad máxima de 45. En el hospital del Pilar trabajan 46 personas.

Con respecto a la residencia, hay 58 usuarios en la actualidad. 31 personas son derivaciones del Sepad, mientras que el resto son usuarios con cuotas privadas. Este martes, todos los residentes procedentes del Sepad abandonarán la residencia y se reubicarán en el centro Comser de Almendralejo y en otro centro de Villafranca de los Barros. El resto ya están buscando también alternativas. Los trabajadores de la residencia también tienen en riesgo su puesto de trabajo.

Ramírez ha indicado que “nosotros no vamos a arrojar la toalla y, desde la Junta, tampoco se ha hecho. Es verdad que nos queda poco tiempo y no podemos engañar a nadie. Trabajamos en un plan B, pero hay poco tiempo y no me gustaría dar ninguna falsa expectativa”, alegando a que resulta difícil encontrar una solución de viabilidad para que este centro siga funcionando.

Ha habido negociaciones con la residencia Comser y otros centros para que los trabajadores que salgan de la Fundación San Juan de Dios puedan tener prioridad a la hora de poder ir a esos centros, ya que en muchas ocasiones existe un vínculo muy afectivo, de muchos años, entre usuarios y trabajadores.