TEtsta noche es Noche Buena. Dios viene a la tierra. Quiere hacerse compañero de camino de todo hombre y de toda mujer, peregrinos por la vida. Viene a compartir los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de esta sociedad nuestra. Y viene hecho Niño, nacido de una mujer, Santa María, la Virgen. Desprovisto de todo, para retar al consumismo desbocado y ponerse al lado de los que sienten carencias de amor, de compañía, de trabajo, de pan, de "patria", de comprensión, de perdón... Hoy nos invita el Niño a prestarle todo eso a nuestros hermanos y promete que recibirá, como hecho a El, lo que por ellos hagamos. No sabía cómo felicitaros hoy, mis lectores, para desearos que la esperanza y la paz, la alegría y la gracia de Dios inunden vuestro corazón y he recurrido a un poema de los hermanos Antonio y Carlos Murciano, ambos casi de mi misma quinta, que reflejan fielmente mis sentimientos. Versos que transcribo íntegramente: "Porque un niño pobre / nació entre unas pajas, / dicen que es la de hoy / la noche más santa, / la de más estrellas, / la de más campanas, / la noche más llena / de música de alas. / Para nadie sea / nunca noche amarga, / nunca noche negra, / nunca noche mala. / Para todos, siempre, / noche de esperanza, / noche de alegría / dulce y buena y blanca. / Esta noche nadie / sin hijo y sin casa, / sin vino y sin lumbre, / sin zurrón ni manta. / Esta noche, todos, / su amor y su hogaza, / su copla en los labios, / su paz en el alma. / Porque es Dios quien, Niño, / nació entre esas pajas, / yo os juro que es hoy / la noche más santa, / la noche más niña, / la noche más casta, / la noche más bella, / la noche más alba".