La Ley de Memoria Histórica ,- y recordamos que el 95% de ella también la votó afirmativamente el PP -, aplicada sin dobleces y fraternalmente y no de forma revanchista ni torticera, es una buena Ley. En España necesitamos de una vez, normalidad; y hasta que todos los fallecidos en aquella terrible contienda no sean restituidos en su dignidad, nos queda un largo trecho por recorrer. Normalidad, debiera ser que por fin, los cuadros almacenados o arrinconados en los sótanos del Congreso de los Diputados de los republicanos, M. Azaña , L. Companys y A. Zamora sean de una vez expuestos en la galería de Presidentes de las Cortes Españolas, mientras los de los presidentes del franquismo, E. Bilbao , A. Iturmendi y A. Rguez. de Válcarcel , jamás fueron descolgados. Normalidad, debiera ser, que ni un solo cargo público en España , perciba de sueldo, un solo euro más que el Presidente del Gobierno de todos los españoles. Normalidad debiera ser, que los españoles contribuyentes conociésemos, el uso y destino de los 8.896.920 del presupuesto que este año recibe, sin control público, nuestro Rey . Normalidad, debiera ser que el Presidente de Gobierno acceda a la invitación del presidente de los EEUU el próximo 4 de febrero, al " Desayuno Nacional de la Oración" , como normal nos parece que siendo ateo o agnóstico Zp , asista a los funerales religiosos de servidores públicos fallecidos en acto de servicio o en ocasión de catástrofes naturales. Normalidad, debiera ser, que si el Estado nos obliga a obtener y llevar consigo el D.N.I. , éste al menos, fuese gratuito. Todo eso, y algo y más, debiera ser normalidad-democrática.