Ser mayor ya no es una losa en el carné de identidad. Los mayores de hoy en día aprecian su condición no por la edad, sino por el abanico de posibilidades que le otorga la vida en esta fase. Los mayores de hoy en día, como los de antes, buscan también comodidad, estar guapos, estar mejor físicamente, pero sobre todo un concepto por encima del resto: divertirse.

Y es que los mayores de hoy día han cambiado el chip y eso se pudo ver en la VII Feria del Mayor que volvió a celebrarse la semana pasada en las instalaciones del Palacio del Vino. Centenares de personas pasaron por los distintos expositores que se instalaron en uno de los pabellones.

Desde bien temprano, muchos grupos de mayores (y no tan mayores) iniciaron la primera jornada haciendo deporte con el programa El ejercicio te cuida. Luego dieron una vuelta por la feria con parada en los talleres de elaboración de jabones, de toma de la tensión y prueba de glucosa, de juegos lúdicos y estimulación psicosocial, de mandalas, de elaboración de broces o uno muy particular de estimulación sensorial en el que se sentaban, con los ojos tapados, y debían adivinar qué estaban tocando.

Sin embargo, uno de los que sorprendió fue la firma Adiper Servicios Sociosanitarios, que instaló un stand de radio y televisión para entrevistar a protagonistas de la feria y después subirlo a sus perfiles sociales.

El alcalde José María Ramírez también quiso estar cerca de los participantes y visitó uno por uno los expositores. Otra presencia destacada fue la del director gerente del Sepad, José Vicente Granado, que asistió a la conferencia Acompañamiento a la soledad no deseada. A esta se sumaron otras sobre seguridad y logopedia.

Como particularidad, ha durado tres días, siendo la clausura el viernes en el Salón del Obrero Extremeño con un desayuno entre participantes, asociaciones y empresas que estuvieron presentes. También hubo un baile de despedida.

Destacó la actividad estrella del Scape Room con lo que se divirtieron como niños averiguando las pistas para salir de la habitación. Y es que estos mayores han cambiado el chip y, a veces, piensan como jóvenes. Bendita vida.