Todo empieza en un pequeño colegio de Senegal llamado Mbambara Sherif, en la zona de Thies, donde una mañana cualquiera un fuerte dolor de cabeza priva a un niño de volver a la escuela en aproximadamente un mes. Ocurre con uno, pero puede ocurrir con muchos más. No existe el paracetamol ni los medicamentos más básicos que cualquiera encuentra aquí en el armario de su casa. Entonces empiezan a faltar un niño tras otro, aumentando la cifra cada día. La escuela empieza a abandonarse y hoy día está casi en derruida. Si termina cerrándose, estos niños tendrán que desplazarse a otra aldea para seguir aprendiendo. El coste de ese desplazamiento, al día, es de cinco euros por niño. Y en Thies, una familia entera vive con un euro al día. «Es prácticamente aniquilar las esperanzas de educación de unos 2.500 niños de esta zona de Senegal».

Quien así lo cuenta es Alioune Ndour, presidente de la asociación hispano-senegalesa Deggo, el primer colectivo de cooperación internacional que acaba de fundarse en Almendralejo con el objetivo de mejorar la calidad de vida de una determinada parte de la población senegalesa. Es una organización sin ánimo de lucro que busca la colaboración entre los pueblos de Senegal y España para promover el desarrollo de ambos. De momento, nace en Almendralejo, único punto nacional, aunque esperan ir expandiéndose poco a poco. Les ayuda Marina Preciado, vicepresidenta; y Magdalena Galindo, tesorera, ambas de Almendralejo.

Este colectivo pretende promover relaciones de entendimiento entre senegaleses que viven en España y sus comunidades de acogida, así como participar en el proceso de integración. Actualmente trabaja en varios programas, aunque todo gira en torno a la escuela Mbambara Sherif. «La idea es mejorar la situación en general y hacer sostenibles aquellos lugares donde actuamos en Senegal», indica Ndour.

Próximamente van a crear una tienda solidaria cuyos recursos permitan financiar la escuela y obtener autonomía económica para las mujeres, quienes gestionarían dicha tienda. «Les enseñaremos a montar sus propios negocios con el dinero que se obtenga de la tienda», aseguran.

Deggo trabaja en varios programas de manera coordinada. Uno focaliza el esfuerzo en favorecer el estudio para alumnos desfavorecidos hasta etapas universitarias. El mismo plan promueve puntos de colaboración entre estudiantes de Senegal y Extremadura, cuyos ámbitos de trabajo pueden interesar a ambos países. Asimismo, se plantea la creación de un foro para empresarios y emprendedores donde se pongan en común ideas de extremeños y senegaleses con el objetivo de que puedan colaborar desarrollando actividades y proyectos conjuntos.

La asociación busca socios voluntarios para financiar el proyecto. Cuesta 2,5 euros al mes o pagando 10 euros a cada cuatro meses. Hace un llamamiento a las empresas de Tierra de Barros, recordando que habrá una jornada de patrocinadores con representantes empresariales y políticos de relevancia de Senegal que puede abrirle muchas puertas de negocio.