TLta paz obtenida con la punta de la espada, no es más que una simple tregua" , eso lo solía repetir Pierre J. Proudhón . Muchas han sido las veces que hemos escuchado el logro de la paz entre Israel y Palestina. No hay nada más obsceno que utilizar con demagogia imágenes de niños y mujeres muertos en Gaza por acciones desproporcionadas del ejército israelí. Acaso olvidamos que este pueblo sufrió el mayor exterminio de la historia con el holocausto nazi. Olvidamos los centenares de niños y mujeres israelitas masacrados por los terroristas de Hamás lanzando indiscriminadamente desde Gaza casi 7.000 bombas, cohetes y misiles para exterminar al estado de Israel . Olvidamos que Nizar Rayán , recientemente liquidado, líder islamista, fue el inventor de terrorismo suicida, no importándole inmolar a su propio hijo de 12 años con tal de asesinar a víctimas inocentes. Olvidamos que Hamás, al igual que ETA, fue siempre la que violó una y otra vez las treguas acordadas con organismos internacionales, incluidos los Acuerdos de Paz de Camp Davis . Yaser Arafat , lider de la OLP disfrutó de un Premio Nobel de la Paz, del que muchos después se arrepintieron al comprobarse tras su muerte, que gran parte de la ayuda económica de la Unión Europea, la ONU y los EEUU, destinada al pueblo palestino, acabó en cuentas privadas de paraísos fiscales lucrándose su viuda,-Suha-, con residencia parisina. No seamos hipócritas. Los niños asesinados, israelitas o palestinos, serán siempre niños inocentes asesinados. Hamás, ETA, los terroristas del 11-M y los de Bombay son la misma cosa.