Unos veinte minutos antes de que dieran las doce campanadas que daban la bienvenida al año nuevo saltó la alarma de incendios en el hospital comarcal Tierra de Barros al provocarse un incendio en una de las habitaciones, ya que uno de los pacientes ingresados encendió un cigarrillo mientras tenía puesta la mascarilla de oxígeno.

El enfermo, de 79 años, padece una enfermedad de los bronquios, lleva hospitalizado varios días y se encontraba solo en la habitación cuando, mientras estaba exhalando oxígeno de la máquina, decidió encender un cigarro, que al prender originó una pequeña explosión que provocó un pequeño incendio en la habitación, además de causarle al paciente quemaduras en las manos y en el rostro.

Inmediatamente saltó la alarma general del hospital y se trasladaron a la habitación el personal de seguridad y el sanitario del centro. Según ha podido saber este diario, fue uno de los celadores, que se encontraba frente al cuarto, el que comenzó a coger todos los extintores de fuego del pasillo y la habitación para sofocar el fuego. Las llamas provocaron daños materiales en la habitación, al quedar inservible la cama, un sillón y la máquina del oxígeno, entre otros utensilios y objetos.

Hasta el lugar se desplazaron bomberos del parque comarcal, y una dotación de la policía local y del Cuerpo Nacional de la Policía, y pese a que cuando llegaron el fuego estaba prácticamente apagado, los bomberos estuvieron limpiando y sobre ventilando la habitación por la suciedad que había originado el fuego y el polvo de los extintores.

PREOCUPACION DE PACIENTES El fuego provocó que los pacientes que se encontraban en las habitaciones contiguas expresasen su preocuparan por lo que había sucedido y se mostraran nerviosos. No obstante, otros, que se encuentran en la otra ala, aseguraron que ni siquiera se enteraron de lo sucedido.

Hasta el hospital también se trasladó su director, Juan Carlos Martín Araujo para conocer personalmente lo que pasó, y quien tras sofocarse el incendio estuvo visitando a todos los hospitalizados, para tranquilizarlos, informarles de los hechos y aprovechar el momento para felicitarles por el año nuevo que acababa de entrar.