La pantaruja es el muñeco que se quema en la hoguera el día de Las Candelas. Según la tradición los personajes deben representar algo malo, violento e indeseable ocurrido durante el último año o en la actualidad. Las pantarujas siempre han sido brujas, la chimenea de Vinibasa (por los malos olores), fantasmas, los personajes malos de los dibujos animados, el tabaco o las enfermedades. Pero este año el tema principal elegido ha sido la crisis.

Todos los colegios de la ciudad harán sus propias candelas el próximo 1 de febrero, por ello, los escolares son los que se encargan de hacer sus pantarujas. Durante esta semana apuran los días y las clases para coger ropas y cosas viejas de sus casas para elaborar estos muñecos para este domingo.

Algunos colegios, como es el caso del Antonio Machado, motivan a sus alumnos con concursos y exposiciones sobre el tema. Todos los años organizan una muestra de pantarujas en la entrada del colegio para que la vean todos los escolares y sus padres. Está compuesta de pantarujas en miniaturas --normalmente una tiene más de un metro de altura--, que no tienen más de medio metro. Según su director, Félix Zambrano, "todo se hace para trasmitir a los alumnos el verdadero sentido de esta festividad, que no es otro que el de quemar los males".

Como recompensa las dos pantarujas ganadoras del certamen se libran de ser quemadas en la hoguera y se guardan durante los próximos cursos. "Pero llega el momento en el que tenemos que quemar algunas porque no tenemos sitio para guardar las de todos los años, además, el verdadero sentido y fin de una pantaruja es que se queme en la candela", comentó Zambrano. Así, ya se puede visitar la exposición de pantarujas en miniaturas en el colegio Antonio Machado antes de que se quemen el domingo.

Este año no faltan las típicas brujas, la malvada Cruela de Vill, Los 101 dalmatas y los fantasmas. Pero la pantaruja más repetida en esta muestra hace referencia a la crisis, representada en varias brujas o incluso en el edificio de una empresa que tiene la puerta cerrada con candado. Además, ésta lleva en el tejado un pequeño muñeco con una etiqueta en la que se lee "crisis", que sujeta una pancarta: "Cerrada por mi".

El fin principal de quemar las pantarujas es ahuyentar los espíritus malignos para que haya esperanza y paz. Es la forma que tienen los niños de intentar frenar la crisis actual.