El proceso para paralizar la venta de la parcela municipal situada en la antigua fábrica de Hormigusa, en Almendralejo, justo en la glorieta en la que confluyen las carreteras de Badajoz (EX300) con la de circunvalación (EX350), continúa adelante. El pleno de la corporación, en su sesión de febrero, ha aprobado seguir con el proceso después de que hayan sido desestimadas las dos alegaciones presentadas a este expediente, una por el Partido Popular y otra por el adjudicatario de la parcela, José Moreno Gómez, en representación de Estación de Servicio Moreno Gómez SL.

Han sido los técnicos municipales los encargados de desestimar estas alegaciones, concretamente la jefa de sección de Patrimonio y la Secretaría General. Recordar que en el pleno de noviembre se aprobó iniciar de oficio la revisión de la venta (aprobada en la anterior legislatura con el PP en el poder) a petición del equipo de gobierno socialista, después de que su enajenación haya enfrentado al PSOE y PP.

Desde el Partido Popular no están de acuerdo con estos informes municipales. José Alberto Pérez, concejal popular, sostiene que la parcela no es un bien dotacional «como se hace creer desde la sección de Patrimonio», sino un bien patrimonial «que es enajenable». Entiende el PP que no existen argumentos para anular esta venta e insinúa que el PSOE prefiere que sea la Comisión Jurídica de Extremadura la que emita el dictamen definitivo, ya que opina que «es más fácil que esta comisión pueda emitir un dictamen favorable a sus intereses en lugar de ir a los juzgados que son más independientes», resaltó el edil popular. Este hecho fue criticado por el alcalde José María Ramírez, que le pidió más rigurosidad a José Alberto Pérez.

El grupo Ciudadanos, a través de Antolín Trigo, recordó que ya en el mes de noviembre advirtió de «irregularidades en la enajenación de la parcela» y mantuvo el voto a favor de paralizar dicha venta. Vox, en cambio, prefirió abstenerse en este tema.

Para el alcalde siempre ha sido prioritario frenar este expediente alegando, principalmente, dos razones. Por un lado, recordó que cuando el terreno fue adquirido por el ayuntamiento en 2009, a través de una permuta con la empresa Hormigusa, el objetivo era crear un centro de ocio o darle un destino con fines deportivo, sanitario o educativo. El segundo argumento es que los socialistas también estiman que hay defectos en el procedimiento de esta venta.