El patronato de El Pilar está actualmente negociando con una empresa nacional --cuyo nombre no se ha hecho público aún-- que se ha interesado en hacerse cargo de dicho centro sanitario, según anunció ayer el presidente del patronato y también alcalde, José María Ramírez Morán.

Desde hace varios años la fundación que lo gestiona ha soportado problemas económicos que han dificultado su actividad y el pago de los salarios de los trabajadores. Desde entonces sus responsables han estado intentando encontrar una solución para que esta institución privada siga abierta en Almendralejo y no se cierre. Así, Ramírez recordó ayer que la principal preocupación del patronato ha sido siempre "mantener los puestos de trabajo y las labores asistenciales que se hacen tanto con los enfermos como con los mayores". "Sería muy doloroso que está institución cerrase, aunque con la situación económica que ha tenido hubiese sido lo más aconsejable", comentó el alcalde.

AUDITORIA Durante estos dos últimos años se ha estado hablando con el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y con la consejera de Sanidad y Consumo, María Jesús Mejuto, para que la Administración regional contribuyese a buscar una solución. De hecho, gracias a una ayuda del Servicio Extremeño de Salud (SES) se hizo una auditoría con la que se llegó a la conclusión de que la fundación no iba bien porque tenía más gastos que ingresos, que percibe a través de subvenciones de la Junta.

Ramírez reconoció ayer que a lo largo del tiempo citado varios grupos han mostrado interés por hacerse cargo del centro. Para ello, el patronato les puso la condición de mantener los puestos de trabajo que había, 30. Así, "ahora estamos en negociaciones con una empresa que tiene un gran prestigio nacional, que está interesada en hacerse cargo de El Pilar, y que si todo va bien mantendrá la actividad que hay ahora con los trabajadores y además aumentará tanto la cartera de empleo como la de servicios que prestará".

FUNDACION Y ERE A través de la fundación se prestan dos servicios, uno vinculado a la residencia de ancianos Nuestra Señora de las Mercedes, y el otro el hospitalario propiamente dicho. El patronato se encargaba de ambas por separado al ser dos empresas distintas, pero para permitir su continuidad después de los resultados negativos de la auditoría, se optó por unirlas en una misma firma bajo la dirección del mismo patronato y reducir así los gastos.

Este proceso planteó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con los empleados de la residencia, que fueron despedidos, estuvieron un día en el paro y durante un mes recibieron su nómina a través del ayuntamiento que colaboró para minimizar el impacto de este ERE temporal. Ahora están contratados por el patronato haciendo la misma tarea. "En Almendralejo hay muchas empresas con ERE y este se hizo para conservar la empresa y para que su plantilla siguiera en su puesto; si la cosa va bien, próximamente veremos cómo El Pilar continúa abierto y aumenta el número de trabajadores y servicios", señaló Ramírez.