La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, aseguró ayer en Cáceres que "no hay constancia" de que exista prostitución infantil en los servicios públicos del parque de La Piedad de Almendralejo, aunque reconoció que sí se ha verificado que "allí se han producido relaciones sexuales consentidas entre personas mayores". Cuando saltó la noticia, la semana pasada, fue el centro de interés de medios de comunicación y preocupación en la localidad.

A preguntas de los periodistas tras la reunión de la Junta Local de Seguridad de Cáceres, Pereira manifestó que continúan las investigaciones para esclarecer los hechos que han sido denunciados por vecinos de la zona en el sentido de que algunos menores, fundamentalmente rumanos, presuntamente se prostituían en los servicios públicos del parque.

Para esclarecer el asunto calificado por la delegada como "grave", las Fuerzas de Orden Público están interrogando a las personas que trabajan o residen en el entorno del parque por si su testimonio pudiera contribuir a aclarar las circunstancias en las que presuntamente se producen estos hechos que el alcalde admitió conocer la pasada semana.

No obstante, la delegada del Gobierno insistió en que "no hay constancia de ese tipo de conducta de manera reiterada" y se inclinó por hablar más de "presuntos abusos sexuales a menores" que de "prostitución infantil", explicó, ya que en caso de que se hubiera producido esa circunstancia, el delito se enmarcaría en la primera categoría.

PRACTICA DESAPARECIDA Por otra parte, las personas que trabajan en la zona y en el parque reconocieron que durante mucho tiempo jóvenes rumanos han estado prostituyéndose con mayores almendralejense en los aseos de la Piedad, aunque apuntan que desde que lo reconoció públicamente el alcalde José María Ramírez en Radio Almendralejo esta práctica ha desaparecido y al parque no acuden tantos rumanos como antes.

Sin embargo, prevén que dentro de unas semanas, cuando se hayan olvidado un poco los hechos, volverán a producirse. El alcalde también reconoció el pasado viernes que esta situación se ha calmado y que el parque está vacío, ya que ahora no va nadie por temor a ser cogido in franganti por la policía.