El Plan General Municipal (PGM) encara la recta final para su aprobación definitiva, aunque todavía necesita recibir luz verde de la Comisión de Urbanismo de la Junta. De hecho, recientemente se ha producido una reunión entre el arquitecto de la Junta y técnicos del consistorio para debatir sobre las correcciones y justificaciones que el Gobierno regional había pedido al ayuntamiento para dar así respuesta al dictamen de la comisión regional emitido en marzo de 2018 por el que se procedió a su suspensión.

Ahora, se ha redactado un nuevo dossier que cumple con cuatro de los cinco enmiendas requeridas por la Junta y se está justificando esa que faltaba para remitir el texto definitivo a Mérida. Una vez que se haga, volverá a llevarse al pleno para su aprobación provisional y para dejarlo en manos de la Junta, que es la que tiene la última palabra. En esta ocasión, el equipo de gobierno ha optado por una intercomunicación previa para asegurarse de que se están siguiendo los pasos correctos, por lo que la próxima vez que sea remitido al Gobierno regional debería ser aprobado de manera definitiva y entraría en vigor.