Dividir el proyecto de rehabilitación de la plaza de toros en tres fases y que la primera de ella sea la de reformar los bajos del graderío, es la prioridad que se ha marcado el alcalde José María Ramírez Morán.

El pasado martes, aprovechando la visita a Extremadura de la ministra de la Vivienda, Beatriz Corredor, y de la directora general de Arquitectura y Política de Vivienda, Asunción Romero, el alcalde trató con ellas la situación del proyecto de rehabilitación de la plaza de toros emplánzoles a una próxima reunión en la que se concentren los plazos para ejecutar esta obra que financiará el Gobierno central con casi tres millones de euros.

ZONA VISITABLE El alcalde comentó que la reforma podría dividirse en tres fases y la primera es la que tiene intención de acometer "cuanto antes". Se trata de acabar con la reforma del graderío de la plaza. El fin sería "convertirla en una segunda parte del Museo del Vino". La plaza de toros cuenta con una bodega en sus bajos y tras su remodelación se "dotaría con más contenido" para que fuese visitable. Ramírez admite que está actuación supondría una inversión de entre 600.000 o 700.000 euros.

La intención es hacerla "cuanto antes" y después acometer el resto del proyecto de rehabilitación. También recordó que hubo "cierta polémica" con la propuesta de soterrar los servicios del coso. Según su plan, el acceso se haría a través de un voladizo y debajo se podrá ver los toriles a través de unos orificios circulares. El proyecto está en el ministerio que será el que licite y adjudique la obra.