La plaza de toros de Almendralejo no es un coso cualquiera. Es un símbolo de la ciudad. Un templo casi sagrado que alberga en su interior tradición, cultura y muchas tardes con historia. Una plaza de tercera categoría, pero con la solera de las mejores. Así lo sienten los almendralejenses más taurinos, que son muchos. Por eso, en la plaza nunca se han dejado de celebrar las corridas en las fiestas. Este año, el miércoles 15 de agosto Finito de Córdoba, Curro Díaz y el extremeño Emilio de Justo tienen el honor de conformar el cartel de la corrida de toros que conmemora los 175 años de historia de esta plaza.
Declarada Bien de Interés Cultural y siendo la única del mundo que alberga en su interior una bodega, algo propio de la tierra donde se emplaza, el coso almendralejense fue construido en 1843. La obra fue llevada a cabo por afamados maestros alarifes de la localdad como los Pedreras (Joaquín y Juan) y los Tinocos (José mayor y José menor), según indica la publicación sobre la plaza de toros que elaboraron José Ángel Calero, Pepe Morán, Paco Zarandieta y Pepe Sierra con motivo del 150 aniversario, una obra maestra para conocer su historia.
Inauguración
La plaza sería inaugurada el 29 de septiembre de 1843 actuando el famoso Juan León ‘Leoncillo’, que por entonces se encontraba en los últimos años de su dilatada carrera.
Sería en 1912 cuando llegaría la gran reforma de la plaza de toros, que conservaría un aspecto similar hasta la actualidad. Fue la importante Feria de Ganados de Las Mercedes la que motivó su ampliación, ya que las previsiones para incluir los toros en este evento desbordaron las expectativas. Del proyecto se encargó el arquitecto sevillano Lorenzo de los Santos.
El coso ha ido pasando de manos y dueños durante toda su historia, aunque desde el 16 de noviembre de 1988, en virtud de un acuerdo plenario, es el ayuntamiento el propietario de la plaza.
A lo largo de los años han pasado por Almendralejo las más importantes figuras del toreo español. La plaza es, en la actualidad, uno de los enclaves más visitados por los turistas, quienes valoran su edificación, historia y, especialmente, la curiosidad de albergar una bodega.
La afición siempre ha estado presente en Almendralejo y este año se ha celebrado el primer Pregón Taurino que ha realizado Fernando Esperilla.
