Ayer se celebró con polémica en el salón de actos del Palacio del Vino y la Aceituna el sorteo de once viviendas sociales que por diversos motivos han retornado a la Junta de Extremadura y ésta ahora, tras ejecutar unas obras de mejora en las mismas, ha sorteado entre los ciudadanos que las han solicitado.

Había 58 demandantes para estas 11 viviendas localizadas en las calles Federico García Lorca, Diego Téllez, Santa María de Cora, avenida de Goya, Miró, Campo Arañuelo y calle Salvador.

NUVE DE 11 PARA MAGREBIS Se dio la circunstancia de que la mayoría de los demandantes son vecinos de Almendralejo pero naturales de Marruecos y, al final, tras el sorteo en el que participaron dos niñas que se encargaron de sacar las once papeletas de la urna, nueve de las 11 viviendas correspondieron a ciudadanos magrebís y dos a españoles, lo que provocó el enfado de los asistentes, quienes se enzarzaron en una discusión en la que se oyeron insultos contras los responsables de la Junta y la Asamblea presentes en el salón de actos y entre los adjudicatarios de las casas porque consideraban injusto la adjudicación.

El delegado de vivienda en el ayuntamiento, Carlos Gómez Patarro, destacó, al acabar el acto, que el sorteo había sido totalmente claro y que ninguno de los aspirantes se opuso a que fuesen asignadas mediante sorteo, ya que "las protestas surgieron al finalizar el sorteo y entre las personas a las que no les correspondió ninguna viviendas".

También defendió que todos los demandantes cumplían con los requisitos exigidos por la Junta de Extremadura para la adjudicación de viviendas sociales y, por tanto, todos tenían derecho a optar a una. Entre esas exigencias está llevar residiendo en Almendralejo al menos durante cinco años y no tener un piso en propiedad.