La policía local de Almendralejo tiene previsto llevar a cabo campañas de control de velocidad dentro del casco urbano, es decir, controlar la velocidad en el interior de la ciudad, donde han detectado algunos puntos conflictivos que pueden resultar peligrosos para los viandantes.

Así lo han confirmado el concejal de Seguridad, Juan Arias, y el subinspector y responsable de la policía local, José Luis Parra, en una rueda de prensa donde dieron a conocer algunas cifras de infracciones tramitadas en las últimas semanas. De hecho, sólo durante la semana pasada se tramitaron más de 70 denuncias por exceso de velocidad con el radar móvil del que dispone la policía, todas ellas registradas entre la avenida Juan Carlos Rodríguez Ibarra y la carretera de Badajoz.

Esos son los dos puntos donde ahora opera habitualmente el radar móvil, aunque la policía local está en reuniones con el ayuntamiento para obtener autorización del alcalde para hacer esos controles dentro del casco urbano. Uno de los puntos conflictivos es la calle Ortega y Muñoz, especialmente a la altura de la puerta del instituto Santiago Apóstol, donde hay conductores que circulan a gran velocidad. Algunos vecinos de la zona han solicitado que puedan instalarse también algunos lomos de asno como reductores de velocidad, además de la creación de un paso de peatones más para salvaguardar la seguridad de muchos estudiantes que ahora entran al centro educativo por puertas alternativas.

En principio, el Ayuntamiento también tiene concedida una subvención para la llegada de un radar fijo que opere en vías urbanas y, lo que se está analizando ahora, es dónde instalar las cajas que puedan ser utilizadas en ese radar, tratando de encontrar en torno a cuatro lugares diferenciados para ir cambiando el aparato.

José Luis Parra ha alertado que el pasado fin de semana se detectó a un conductor que circulaba a 118 kilómetros por hora por la carretera de Badajoz, una infracción que se quedó en expediente administrativo por un sólo kilómetro, ya que de haberlo rebasado podría ser un delito.

El radar móvil suele operar unos tres días por semana. Juan Arias ha dejado claro que «no tenemos ningún afán recaudatorio. Si lo tuviéramos, no anunciaríamos estas cosas en redes sociales». Para dice que «no queremos denunciar, sino reeducar a los conductores sobre lo que está bien o mal». En las próximas semanas habrá controles por velocidad, el cinturón de seguridad o por consumo de drogas o alcohol.