Ocurrió ya con la ortodoncia y el famoso ‘aparato de los dientes’. Pasó de ser algo impopular a casi convertirse en una moda de lo más atractiva. Con el pelo está pasando lo mismo. El ‘qué dirán’ está desapareciendo del inventario de muchos calvos o, simplemente, de gente con complejos que ha decidido lanzarse a la aventura del implante capilar, cada vez más seguro y con técnicas más avanzadas.

Juan José Gómez, un almendralejense de 40 años, fue de los que investigó hasta la saciedad antes de pasar por quirófano. Se especializó tanto en el tema que se ha convertido en un asesor clínico capilar de referencia en la región. Ayuda y asesora a personas que quieren ponerse pelo a relacionarse con clínicas de prestigio en el mercado. Lo conoce tan a fondo que tiene alternativas para todos, variando en función de presupuesto y necesidades del cliente.

«El paciente sólo tiene que elegir recuperar su pelo y nosotros le gestionamos todo con máximas garantías y casos documentados». Así ha fundado ‘Recapilarte’, su empresa de asesoría para transplantes capilares.

Recapilarte trabaja con clínicas en Madrid, Sevilla, Barcelona, Valencia, Málaga e Ibiza. Dispone de servicios con tarifas que oscilan entre los 2.700 y 2.900 euros, pero siempre dependerá de las necesidades de cada cliente.

Para sacar de dudas a los posibles clientes, ha creado una web (www.recapilarte.com) con una encuesta que pregunta sobre la fase dónde se encuentra la alopecia, las expectativas del cliente, qué zonas quiere poblar de pelo, la edad, si hay herencia genética, la zona dónde uno vive, el lugar dónde se quiere operar y el posible presupuesto. Todo a un click para que el cliente ya disponga de todo para decidir.

«Y olvidad las clínicas milagro. Es cosa de especialistas y, sobre todo, de gente que ya tiene mucha experiencia».