Ponerse pelo ha dejado de ser un hecho aislado y extraño en la sociedad de hoy. Lo que hace años era un tema tabú para cualquiera, ahora es tema habitual de conversación y, para muchos, un deseo que empieza a convertirse en realidad. En la sociedad actual, la imagen es cada vez más importante. Las redes sociales han multiplicado ese interés por vernos guapos, radiantes y coquetos. Y el pelo, claro está, es un factor determinante para conseguirlo. Por eso, poner remedio a la alopecia es cada vez más común. Para jóvenes y no tan jóvenes.

Juan José Gómez, un vecino de Almendralejo de 38 años, empezó a ver cómo la caída de su cabello empezaba a acelerarse a los 23 años. Después de nueve años investigando en el foro de internet ‘Recuperar tu pelo’, decidió emprender su aventura en Bélgica, donde se ha sometido a un trasplante capilar que le he dejado un cabello radiante donde antes no había prácticamente ni un pelo.

«Cuando viajé, mi única preocupación fue entenderme bien con el idioma. Por la intervención estaba tranquilo. Me habían hablado maravillas del doctor que trabaja en Bruselas y la experiencia es recomendable». Tanto que, desde entonces, Juan José ha decidido dedicarse profesionalmente a ser coordinador de pacientes para esta clínica belga llamada Medikemos. Esta es una más de las múltiples que puede haber en este país y en otros de Europa. Turquía es otro de los destinos más populares para hacerse un trasplante capilar.

A este vecino almendralejense le ha salido el trabajo inesperado de su vida. «Ya tengo gestionado varios pacientes y otros que irán a una consulta en Marbella. Y acabo de empezar». Reconoce que cada vez hay más demanda: «Tanto de personas con alopecia muy avanzada como de otros jóvenes que quieren poner remedio antes de que sea demasiado tarde». Y aunque pueda sorprender, desde varones de 20 años en adelante hasta adultos de casi 50 años optan por someterse al tratamiento. No hay edad para verse atractivos, piensan todos.

Método FUE

El fenómeno de los trasplantes capilares ha avanzado de manera vertiginosa en los últimos años. Del famoso método de la tira, en el que se extraía parte de pelo de una zona de atrás de la cabeza para implantarlo en los lugares de la alopecia, se ha pasado al Método FUE, el conocido como pelo a pelo. «Es la técnica más avanzada y en la que más se trabaja. Folículo a folículo. En función del pelo que quieras», dice Juan José.

En su clínica opera el doctor Lupanzula Emorane, uno de los más prestigiosos a nivel mundial. La operación puede hacerse en una o dos veces, en función de su complejidad. Desde la distancia, el paciente envía fotografías de los laterales, el frontal, la zona trasera y el ocipital para que el doctor haga una valoración inicial y asesore sobre cómo puede ser la intervención.

También ha cambiado el proceso: «La primera fase es la más importante, y son 15 días. Hay que hacerse curas suaves, pero después empiezas a hacer vida normal». Anotar que tres días antes no se puede practicar sexo ni ingerir alcohol. Para tomar nota.

Gestor

Su cometido es hacer paquetes completos. «Lo importante es la tranquilidad. Les organizamos el viaje, la estancia, las citas, el regreso y asesoramiento personalizado del proceso. Antes, todo esto era una odisea, pero ahora puede ser una realidad de manera muy sencilla», asegura.

Los precios son variables según las clínicas. En la que él gestiona cuesta tres euros el folículo (pelo); es decir, una operación media que suelen ser 2.000 folículos valdría unos 6.000. Él recomienda acudir a profesionales de prestigio. «Al final, quien se lanza a esto es para quedar bien de verdad». Nadie puede asegurar un pelo eterno, pero ahora volver a tenerlo, es más fácil.