PP y Podemos se pronunciaron ayer sobre este tema y coincidieron al señalar que las limitaciones planteadas al cava extremeño obedecen a razones políticas. José Antonio Monago, presidente del PP de Extremadura, lamentó que no se permita crecer a este sector «para no molestar a Cataluña». A este respecto, criticó que Extremadura sea «rehén de la política» y que sea el «lobby» catalán el que controle el comercio del cava. Además recordó el estudio realizado por la Universidad de Extremadura que si se muestra favorable y apeló al ministro Luis Planas a que sea «sensible» y que no se oponga a razones de mercado por razones políticas.

Podemos está en una línea similar. La presidenta del grupo parlamentario, Irene de Miguel, calificó de «terrible» la noticia y afirmó que el Ministerio de Agricultura debe decidir «si trabajar por mejorar las marcas de calidad o si lo que quiere es contentar a ciertos territorios y ciertos productores».