La vendimia en los campos de Tierra de Barros está oficialmente en marcha, aunque no será hasta después de la semana de feria cuando el campo se llene de tractores, pero la recogida de uva de las variedades tempranas como la macabeo o alarije ya ha comenzado. Y lo hace con una drástica bajada de la producción y de los precios que genera cierta preocupación entre los agricultores.

De hecho, la Comunidad de Labradores de Almendralejo ya ha alertado de un descenso acusado de los precios de la uva, «con los cuales no se cubren ni los costes», asegura en un comunicado, en el que indica también que existe una gran incertidumbre en el inicio de esta campaña, especialmente para la recolección de uva destinada para la elaboración de vinos amparados bajo la Denominación de Origen Cava, antesala de la recolección del resto de las variedades.

La Comunidad también habla de un descenso acusado de la producción que, en algunas zonas, puede sobrepasar el 40% de caída con respecto al año anterior.

Sobre los precios de la uva destinada a cava, recordar que el año pasado rondó los 40 céntimos el kilo, mientras que este año se ha empezado pagando la mitad, aunque ha subido ligeramente en los últimos días.

Sobre la producción, la bajada es drástica por la escasez de precipitaciones en varias épocas del año, además de esperarse una cosecha menos abundante que la del 2018, tanto en uvas tintas como en blancas. En Extremadura, segunda región productora de vino en España, la producción cae, no obstante, como lo hace en el resto de zonas de España.

Ante este descenso tan considerable del precio de uva destinado a cava, la Comunidad de Labradores recomienda a sus socios agricultores que «ninguno sea cooperador necesario para un posible uso indebido de medidas que pueden distorsionar el mercado, ya que estas van siempre en perjuicio de presentes y futuros del patrimonio de los agricultores».

También aconseja que siempre que sea posible «y bajo la consideración que cada agricultor estime oportuno, se destine este tipo de uvas a la producción de vinos tranquilos, ya que se puede anticipar que la diferencia del precio no se ajusta a la realidad de la diferencia del valor añadido que tienen esos vinos, con lo que el beneficio no queda igualmente repartido a lo largo de la cadena».

Desde la Comunidad de Labradores entienden que los agricultores no tienen por qué entregarse al cava y también piensan que sería recomendable crear una asociación de productores de cava para que los agricultores pudieran llegar a acuerdos con bodegas y proteger siempre su producción.

Mano de obra/ A esta doble problemática hay que sumarle otras cuestiones como los problemas que hay para contratar trabajadores, pues aunque la llegada de temporeros desde el extranjero alivia en cierta manera el problema, no cubre, sin embargo, toda la demanda. Por esta razón, los agricultores no terminan de entender cómo habiendo los índices de paro que hay en España, no se encuentre mano de obra para que haga esta campaña.