Los familiares de Luis Arroyo han remitido una carta al director general de salud de la Dirección General de Mérida en la que se quejan del mobiliario, los malos olores, la limpieza y la alimentación del hospital del Pilar. En un escrito, enviado el 26 de marzo, denuncian ante la autoridad sanitaria que el centro posee camas sin barandillas, muebles inadecuados y llenos de polvo, calefacción defectuosa, y falta de espacio. Además, aseguran que hay algodones, papales y restos de material sanitario por el suelo, un fuerte olor a heces y que el alimento se suministra a los enfermos en jeringas reusadas. La dirección de El Pilar niega estas acusaciones.