La marcha definitiva de la Fundación San Juan de Dios de Extremadura, que opera actualmente en la sede de la antigua Casa Misericordia, ha provocado una gran incertidumbre, muy especialmente, en los trabajadores de los diferentes servicios, así como en los familiares de los residentes que allí se encuentran, tanto los que reciben atención residencial como los que reciben cuidados paliativos en el hospital Nuestra Señora del Pilar.

El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a todos ellos garantizando la continuidad de estos servicios mediante otro operador, como ya adelantó en su momento el consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, José María Vergeles. “Tranquilidad porque no se cierran las puertas y todos para casa. Estamos a la espera de reuniones y acuerdos para tener un operador que pretende trabajar en las mismas cuestiones e, incluso, en algunas nuevas para este centro. Cuando hagamos las pertinentes reuniones, me veré con los trabajadores y familiares para darles explicaciones porque tanto unos como otros han de tener tranquilidad”, expuso Ramírez en declaraciones a Radio Comarca de Barros.

Al primer edil no le ha sorprendido la decisión “porque no es nuevo. Personalmente, me lo habían comentado. Y, hace unos días, nos mandaron una carta para comunicárnoslo porque nosotros tenemos una relación directa con ellos a través del consorcio asistencial San Marcos para prestar ayuda a domicilio”.

Semana clave

Ramírez ha desvelado que esta semana hay preparada una reunión con los posibles nuevos operadores del centro, sin desvelar aún su nombre. En ese encuentro se reunirán con la Fundación San Juan de Dios para ver cómo se puede realizar la sucesión de servicios, estando Junta y ayuntamiento presentes en dicho encuentro. “Que nadie piense que se va al paro el 31 de diciembre. Es una alarma innecesaria. Todos pretendemos la sucesión del negocio y que no haya problemas ni con familiares, residentes ni trabajadores”. El primer edil espera que todo se arregle pronto “y que, por el bien de todos, se puedan sacar los mismos servicios e incrementarlos”.

No ha querido entrar en el fondo de la cuestión de por qué no hay acuerdos con el dueño del edificio para su compra o alquiler ni tampoco por qué se ha rebajado la financiación desde el año 2011 para la Fundación San Juan de Dios, aunque sí comentó que su primera intención eran que siguieran los mismos, respetando su decisión final.

Ramírez también es consciente que el edificio actual de la Casa Misericordia precisa de varias adaptaciones y arreglos para un centro de este tipo, algo que también será tratado en la reunión de esta semana.