Dedican su tiempo a los demás sin esperar nada a cambio y con la única satisfacción de realizar un servicio a la sociedad y, más en particular, a sus vecinos. Así funciona la Plataforma del Voluntariado de Almendralejo, una iniciativa municipal surgida hace dos años y medio y que ya cuenta con 80 voluntarios adscritos, de los cuales 50 se mantienen como activos, mientras el resto espera liberarse de sus obligaciones laborales para poder ayudar. Este colectivo acaba de celebrar su segunda convivencia para reconocer a los miembros que más tiempo dedican a los demás de manera altruista. Por ello se ha nombrado como Voluntarios de honor a Francisco Marrufo y Raquel López. El primero es un vecino de Almendralejo de 56 años que acumula 100 horas de voluntariado. Ha participado en casi todos los eventos, ya sean pruebas deportivas, culturales o de otra índole. «Es algo que me encanta. Vi un anuncio en prensa hace dos años y decidí apuntarme. Me da la vida porque aprendes muchas cosas y a tratar con personas muy distintas», dice el protagonista.

Marrufo, que está en el paro, colabora siempre que puede y las pruebas deportivas son sus favoritas. Cree que la plataforma es algo «fantástico» y sí pide «más implicación» a algunos compañeros que participan menos.

Francisco Marrufo recibió una réplica del disco de Teodosio por parte del ayuntamiento como reconocimiento a esta labor altruista. Igual homenaje para Raquel López, una abogada de 46 años que ha completado más de 60 horas de voluntariado en el sector turístico. Todos los sábados y domingos, participantes de la plataforma se ponen a disposición de los turistas para mostrar los monumentos de la ciudad.

Un amplio grupo de voluntarios acudió a la convivencia celebrada en el Palacio del Vino donde estuvo el alcalde y varios concejales, entre ellos Carmen Reviriego, compartiendo un desayuno. Todos recibieron diplomas honoríficos por ayudar a los almendralejenses en un sinfín de actividades, en las que ellos ofrecen ayuda y colaboración sin esperar nada a cambio.