La Asociación Pro Refugio Canino de Almendralejo (Recal) celebró ayer el primer día del voluntariado. Los componentes del colectivo mostraron a los asistentes la perrera y el trabajo que realizan en ella. Después, cada participante se encargó de un perro con el objetivo de que los animales no tengan miedo a las personas, aprendan a andar con correa y a recibir órdenes. El acto contó el adiestrador canino Andrés Montero.