Un grupo de vecinos de Almendralejo se han unido para reivindicar la necesidad de proteger las chimeneas gigantes que son herencia del potente pasado industrial de la ciudad. Realizadas con ladrillo visto, son restos de la industria alcoholera que tanta riqueza generó para Almendralejo.

En 1992 intentaron derribar la chimenea gigante de Bodegas Montero, pero un grupo de ciudadanos lo impidió. Dos de ellos, Pepe Antolín, que representa a Dema, y Manuel Rodrigo Asensio, forman parte de este grupo de personas que reclaman ahora más protección para las chimeneas.

Esta voz de alarma viene motivada por el intento de derribo de parte de una de estas chimeneas que aún continúan en pie, concretamente la que está situada en los patios del himerpercado Lidl. Su propietario quiere derribar parte de ella por motivos de seguridad.

Hace años ya fueron derribadas dos chimeneas y ahora quedan nueve: dos de Bodegas Montero, en calles Luna y San Roque; la chimenea de la Alcoholera Gómez, en calle Luna; la de Alcántara, en calle Badajoz; la chimenea de Francisco Javier Merino, en calle Santa Ana; la de Alcoholera de Zacarías de la Hera, en calle Lago de Alange; la del conventual de San Antonio, antigua fábrica de Harina; la chimenea de Alcoholera Extremeña, actual Museo de las Ciencias del Vino; y la mencionada en los patios del Lidl.

Este grupo dice estar abierto a que se adhieran personas concienciadas con la necesidad de proteger lo que ellos denominan parte del patrimonio histórico e industrial de la ciudad. Incluso, han planteado la posibilidad de hacer una ruta turística de las chimeneas de Almendralejo para aquellos turistas que vengan de fuera.

Muchas de estas chimeneas tienen más de 70 años. Este grupo también ha planteado la posibilidad de abrir al público como reclamo turístico la chimenea de Bodegas Montero, con vistas a la avenida de la Paz.