La futura residencia para personas dependientes que gestionará Aprosuba-2 contará con 24 plazas. Así lo ha confirmado la presidenta del colectivo, Inés Castañón, quien desveló que 12 de esas plazas serán de apoyo extenso, es decir, para usuarios con más necesidades como los del centro de día; y otras 12 serán de apoyo limitado, para usuarios más del perfil del centro ocupacional. No obstante, fuentes del centro han apuntado a este diario que al menos hay en torno a 50 personas dentro de Aprosuba-2 que son susceptibles de solicitar una plaza en la residencia. La elección, avisan, no depende del centro, sino del Sepad, encargado de la derivación de usuarios. Por cercanía pueden ser muchos de Aprosuba-2, pero por necesidades puede que los haya de otras zonas de la comarca o región.

Para aclarar todos estos asuntos y que los familiares de usuarios de Aprosuba-2 sepan de primera mano cómo funciona el proceso de selección y petición de plazas, el centro ha realizado ya una reunión informativa con todos ellos. Según Carmen Diestro, gerente del centro, "queremos que sepan cómo hay que pedir plazas y que entiendan que hay casos de traslados por causas mayores".

Enero de 2017 es la fecha objetivo para la puesta en marcha de la residencia. Para ello están agilizando todos los trámites, ya que las subvenciones son anuales. Si no consiguieran entrar en la convocatoria de 2017 habría que esperar ya a inicios de 2018. No obstante, antes debe ejecutarse la obra de readaptación del albergue juvenil y transformación en residencia para dependientes, con todos los servicios exigidos. Según la memoria que dio a conocer Aprosuba, el presupuesto manejado de inversión es de 100.000 euros. Han sido el ayuntamiento y Cajalmendralejo los que han dado un paso al frente para hacer realidad este sueño. Todavía no hay nada confirmado, pero valoran la opción de cómo financiar el proyecto. La memoria ya están en sus despachos desde hace semanas y es cuestión de días, quizá de semanas, que haya una respuesta al respecto.