Cualquier vecino que pasee por la calle Gonzalo de Correas, justo al lado del residencial Los Naranjos y detrás de la escuela infantil Pimpirigaña (zona del polideportivo) podrá encontrarse con un parque precioso cargado de un simbolismo emocional muy fuerte. Lo adorna un bonito parque infantil, un camino de piedras blancas y una coqueta zona ajardinada donde hay plantados más de medio centenar de almendros con placas con nombres que recuerdan a las personas fallecidas tras sufrir alzhéimer. En el centro, un monolito con un lema tan directo como sincero: «No te olvides de aquellos que ya no pueden recordar», se puede leer.

Así es el Parque del Recuerdo que ha sido recientemente inaugurado por la Asociación de Familiares de Alzhéimer Tierra de Barros y los vecinos de la barriada de San José, impulsores de la creación de este recinto con el que en su día colaboraron de manera altruista miles de vecinos de la ciudad. Todo ello con el apoyo del Ayuntamiento de Almendralejo, que en la inauguración estuvo representado por muchos concejales encabezados por el alcalde José María Ramírez, y con la presencia de José María Vergeles, consejero de Sanidad de la Junta.

placa para el consistorio

Durante la inauguración, la presidente de la asociación, Piedad García, aprovechó el momento para entregarle al ayuntamiento el reconocimiento como Ciudad Solidaria con el Alzhéimer que acaba de recibir por su compromiso para difundir y concienciar a los vecinos sobre esta enfermedad, darle visibilidad y ayudar a combatirla.

José María Vergeles recordó que esta enfermedad «supone mucha carga emocional para cuidadores y familiares» y apuntó que por cada enfermo de alzhéimer, hay otras dos personas que padecen directamente sus consecuencias. En Extremadura hay 20.000 afectados, mientras que en España los datos son de 800.000 personas.

También aportó otro dato: el 40% de las personas que lo padecen están sin diagnosticar, siendo muchos de ellos cada vez más jóvenes.

Cada placa junto a cada almendro tiene impresa el nombre de un fallecido. El parque, en sí mismo, es un escenario hecho para no olvidar jamás.