Por unos días, Almendralejo volvió al siglo XIX, a la época costumbrista y a la acentuada diferenciación entre clases sociales con un ambiente más romántico que nunca. Acompañó el buen tiempo, el acertado cambio de algunas actividades, pero sobre todo la implicación de las asociaciones, que han creado una Ruta Literaria sobre el Romanticismo más renovada. "Queremos un Romanticismo que nos distinga de otras localidades, por encima de quien gobierne. Queremos una singularidad propia y este año hemos apostado por ese cambio de imagen acorde a los tiempos", apunta Lola Lázaro, delegada de Cultura. Es decir, regresar al pasado, pero con el márketing del presente. Una explosiva combinación.

Lo cierto es que el Romanticismo ha vuelto a despertar mucha expectación. De todas las actividades, dos destacaron por encima del resto. Por su espectacularidad y su momento, el duelo de pistolas entre Gustavo Expósito y don Rodrigo Narváez de la Peña resultó un éxito. "Quisimos llevarlo al parque de la Libertad para aprovechar un espacio donde suele reunirse mucha gente durante un domingo. Quedó fantástico". La otra gran representación fue el pasacalles dramatizado donde participaron muchos colectivos. Acabó con un llenazo sin precedentes en el Obrero Extremeño durante el baile de época. La Ampa de San Roque amplió intervenciones como la Leyenda del Caño de la Negra y algunas asociaciones se estrenaron con teatro en la calle.

Entre los trajes del archivo municipal y los propios que exhibieron los ciudadanos, más de 160 personas salieron vestidas de época durante los tres días. También destaca la recreación de tabernas y puestos de dulces y limonadas ambientados en la década de 1830. La creatividad de Inma Cedeño, de María de Melo Collection, dio un toque de originalidad con más de 16 trajes de época detallados ante el público con su explicación pertinente y de muy distintas clases sociales. Sorprendente resultó también la visita al teatro acompañado de los personajes de Carolina Coronado, Espronceda y la Marquesa de Monsalud. Aunque se programaron dos, la demanda provocó que el sábado hubiera una tercera más.

La asignatura pendiente fueron los concursos a través de las redes sociales. Aunque ha habido participación en Twitter e Instagram, Lázaro asume que esperaban más relatos y fotografías y que será uno de los aspectos a reforzar en el futuro. Eso sí, los talleres de versos pintados se llenaron en los jardines de Santa Clara de niños que también conectaron con la cultura más romántica de Almendralejo.