La compañía de teatro Samarkanda fue la encargada de ambientar y amenizar el espectáculo de la plaza de toros, de después del desfile infantil. Para ello su montaje, titulado Egipto , contó con la participación de 22 actores que trabajaron sobre un escenario de 16 metros cuadrados, y en el que hubo acróbatas y zancudos, música y fuego.

El espectáculo convirtió la plaza en un cuento egipcio, en el que se narraba la historia de personajes y dioses de este legendario país. El fin era enseñar a los niños cómo era la vida en la época egipcia, en qué creían y su forma de impartir la justicia. La forma circular de la plaza obligó a todos los personajes a tener que rodear el coso para que todos los niños pudieran verlo. Además, ya al final, los actores sacaron grandes globos para interactuar con el público, que llenó la plaza y aplaudió a la compañía por la representación.

Antes de que Samarkanda iniciara su obra, alumnos del instituto Santiago Apóstol también pusieron en escena una pequeña obra que trataba la historia de amor entre dos egipcios. Su puesta en escena comenzó con retraso debido a que el colegio San Roque aún no había entrada en su totalidad en la plaza y por problemas con el sonido.