Bodegas Sani, en pleno auge y expansión de su marca, ha cerrado recientemente una de las operaciones más importantes del sector vinícola en Extremadura con la adquisición de Bodegas Viña Extremeña (Viniexsa), propiedad de Alfonso Schiegel Iglesias, tras una operación que ha rondado el millón, según ha podido saber el Periódico Extremadura.

La noticia ha sido confirmada a este periódico por el responsable de Bodegas Sani, el empresario Joaquín Acosta, que se ha mostrado muy feliz por hacerse con la propiedad de «una de las bodegas más importantes de la historia a nivel nacional y mundial», como así atestiguan los numerosos premios que ha ido coleccionando a lo largo de su historia.

Viña Extremeña llevaba años viviendo momentos muy difíciles con su entrada en preconcurso de acreedores y el despido de sus trabajadores. Su propiedad salió a subasta y ha sido Sani, que produce caldos como Árabe o Primavera, el mejor postor.

Situada en la carretera de Alange, en el término municipal de Almendralejo, ocupa una superficie de 30.000 metros cuadrados y dispone de unas completas instalaciones para la elaboración de vino. Posee embotelladora, alrededor de un millar de cubas, un museo de arte sacro y pintura contemporánea, una veintena de bodegas en la parte baja de la superficie, 33 conos para albergar 44.000 litros cada uno y otros ocho conos de 22.000 litros. Además, Viña Extremeña cuenta con un jardín botánico con plantas de los cinco continentes.

Nuevo impulso/ La nueva empresa se llamará Bodegas Sani Viña Extremeña y según apunta Acosta, le darán un nuevo impulso para entrar en los casi 60 mercados internacionales que Viniexsa ha tenido en sus mejores tiempos.

La bodega le fue adjudicada a Sani en el verano del pasado año, aunque no ha sido hasta este abril cuando ha estado toda la documentación en regla. A falta de unos flecos en cuestión de permisos y de trabajos de limpieza y pintura, su puesta en funcionamiento será siempre antes de que acabe este año.

La bodega resultante supondrá tener en sus instalaciones un plantel de entre 25 y 30 trabajadores. Además, hay pretensiones de sacar en muy poco tiempo dos caldos: un vino moscatel blanco seco y un vino tinto embotellado. En ambos casos irán aparejados con el nombre de Corte Real, nombre de unos de los vinos más conocido, junto con Monasterio de Tentudía o Vademecum, de de Viniexsa, conocida en la localidad como bodegas Iglesias.

Viña Extremeña ha sido una de las más carismáticas de la región en toda su historia con la producción de afamados vinos, por lo que Sani pretende continuar con una línea de vinos parecida a la que ya tuvo con la familia Schlegel, cuya cabeza visible, Alfonso Schlegel, tuvo que delegar funciones hace casi tres años debido a la enfermedad que sufre, aunque antes la bodega ya atravesaba un momento crítico.

Con Viniexsa nació también la Fundación Schlegel que ha llegado a reconocer a importantes personalidades como Mijail Gorbachov, Mario Vargas Llosa o Juan Antonio Samaranch, con los premios Vendimiador de Bronce.