La historia de El Obrero Extremeño es también la historia de Almendralejo, porque las dos han ido de la mano. Es una de las conclusiones a las que ha llegado el cronista de Almendralejo, Francisco Zarandieta, tras escribir el libro El Obrero Extremeño. Más de un siglo de la historia de Almendralejo (1895/2010) . Es una publicación con unas 500 páginas, encargada por la asociación, en la que se repasan los 115 años de existencia de este histórico colectivo.

La sociedad El Obrero Extremeño nació por la iniciativa de un grupo de artesanos que querían tener un espacio donde poder bailar y en el que tener una especie de hucha donde acudir para socorrerse en caso de necesidad. Desde entonces y hasta ahora, El Obrero se ha convertido en una de las entidades más antigua de la ciudad, junto a la Comunidad de Labradores y Cajalmendralejo, por la que han pasado 49 presidentes (todos hombres, salvo Luisa Benito) y miles de socios.

Para poder repasar su historia, Zarandieta se ha leído todas las actas de asambleas y reuniones y estados de cuentas del colectivo, porque las conservan absolutamente todas, y además ha hablado con muchas personas vinculadas a la sociedad.

Después de veinte años de trabajo, llega este libro que lo ha estructurado por la etapa de cada uno de los presidentes. Hay unas 400 ilustraciones, de las que 36 fotos son de los presidentes (el resto de retratos han sido imposible conseguirlos) y de diferentes acontecimientos. También se hace referencia a 1.300 personas, de los que 450 han sido directivos, y a acontecimientos importantes de la vida del colectivo. Como los cambios de sedes, ya que El Obrero comenzó en la plaza Extremadura, donde ahora está el banco BBVA, después pasó a la calle Real y de ahí al edificio actual, el cual compró al ayuntamiento por 100.000 pesetas que terminaron de pagar en 1955.

El cronista destacó la capacidad de El Obrero para resolver problemas a la sociedad, sobre todo al principio, al contar con varios seguros. Desde 1895 hasta 1935 su cuota anual era de una peseta y con esta recaudación ayudó a solventar cuestiones médicas e incluso cuando fallecía un socio se le daba unas pesetas a sus familiares.

Después fue llegando los eventos culturales, como la creación de la banda de música o la barra del bar. Precisamente, la guerra civil supuso un parón para la actividad del colectivo ya que durante los tres años se quedó como simplemente un bar. Pero a mediados de la década de los 50 llegó Hermenegildo Alonso, considerado como el segundo fundador de El Obrero, quien supo revitalizar la sociedad.

Sedes sociales

En la década de los sesenta, se construye la sala de fiestas y se empiezan a hacer actividades culturales. Por entonces la asociación contaba con unos 3.600 socios. Casi todas las familias eran socias. Décadas después El Obrero disponía de numerosos talleres, de un concurso nacional de pintura, de un cross popular y numerosos talleres.

Zarandieta reconoce que ha disfrutado mucho haciendo el libro porque le ha permitido repasar el siglo XX. Su trabajo, que comenzó hace más de veinte años, le ha permitido descubrir importantes documentos y datos sobre Almendralejo. Por ejemplo, la inauguración de la sede de la calle Real tuvo lugar el 1 de febrero de 1897 y su crónica se recogió en un periódico regional, que guarda El Obrero. En ella se comentaba que tras la inauguración los asistentes salieron a la calle para presenciar "el prehistórico espectáculo de hogueras encendidas". Es el documento más antiguo donde se habla de Las Candelas. Este texto fue utilizado, entre otros muchos, para presentar la solicitud de declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional a la Junta de Extremadura.

Así, El Obrero también ha pasado por dificultades económicas, que hoy no se dan. Según su presidente, Juan Pedro Cano, la sociedad está saneada y sigue contando con la misma ilusión de seguir ofertando talleres, actividades culturales y su sede a todos los ciudadanos. Cuenta con 900 socios y con ganas de seguir trabajando por el futuro. Con este libro, pretenden que los ciudadanos y socios se sientan reflejados en la historia del Obrero, aunque saben que algunos echarán de menos determinados aspectos y datos. Se han editado 300 ejemplares y su precio es de 12 euros que servirán para financiar la publicación.

Todos estos detalles se recogen en este libro, donde se hace alusión a cientos de personas y acontecimientos. Estos y otros más, que se ha querido guardar, el cronista los contará en la presentación del libro que tendrá lugar el viernes, a las ocho de la tarde, en el salón rojo de El Obrero con la entrada gratuita hasta completar el aforo.