La falta de tradición de los almendralejenses de salir a la calle para festejar la llegada del nuevo año, ha provocado que desde el área de Festejos se haya decidido trasladar al día de Reyes la quema de fuegos artificiales prevista para esta noche. Cada año son menos las personas que siguen a los pies de la parroquia de la Purificación las doce campanadas. Sólo los más atrevidos acuden con las uvas y el cava en la mano a la plaza de la Iglesia.