Los trabajadores del servicio de limpieza empiezan hoy la huelga indefinida que habían convocado la semana pasada en señal de protesta porque la empresa no les concede el aumento salarial que reivindican.

El servicio se interrumpirá a partir de las doce de la noche, momento en el cual los trabajadores dejarán de limpiar las calles y de recoger la basura. Al cierre de esta edición, el comité de huelga y la empresa mixta de limpieza, Cespa, seguían sin ponerse de acuerdo sobre los servicios mínimos. En caso de que no lo hagan, será la Administración gubernativa, es decir, la Consejería de Empleo, la que los fije.

Los trabajadores y la empresa llevan negociando un nuevo convenio diez meses, pero no se ha cerrado aún porque la plantilla no acepta las propuestas de Cespa, ni esta las de los primeros. Los primeros solicitan un incremento salarial del 33% que se aplicaría durante los tres años que tendría de vigencia el convenio. Pero Cespa no acepta esta subida y propone una menor y firmar un convenio de dos años. Para la plantilla la propuesta de la empresa es insuficiente y quieren llegar hasta el final para conseguir lo que ellos piden.

EL AYUNTAMIENTO La diferencia que hay entre lo que solicita la plantilla y lo que la empresa pide es de 30.000 euros anuales. Incluso los trabajadores, representados por UGT, pidieron el pasado jueves que fuese el ayuntamiento (el otro socio de la empresa mixta de limpieza) el que aporte esa cantidad.

La plantilla está formada por 31 trabajadores, todos fijos salvo cinco que tiene un contrato temporal. Según UGT, el sueldo de un conductor es de unos 800 euros y el de un peón de unos 600, y es mucho menor que desde que se privatizó el servicio.